• Casa 1: Herida en la identidad y la autoafirmación. Siente que no es suficiente, pero enseña a otros a aceptarse tal como son.
• Casa 2: Dolor relacionado con el valor propio y los recursos. Aprende a sanar temas de autoestima y abundancia, ayudando a otros a reconocer su valor.
• Casa 3: Dificultades en comunicación, estudios o con hermanos. Termina guiando a otros en cómo expresarse y conectar con la palabra.
• Casa 4: Heridas en la infancia o con la familia/madre. Sanación a través de crear un hogar interno y dar refugio a otros.
• Casa 5: Inseguridades en creatividad, romances o hijos. Aporta sanación inspirando a otros a jugar, amar y crear sin miedo.
• Casa 6: Dolor relacionado con la salud, rutinas o el trabajo diario. Se transforma en sanador práctico y guía en hábitos de vida.
• Casa 7: Herida en relaciones y asociaciones. Se aprende a sanar vínculos enseñando sobre equilibrio, compromiso y amor auténtico.
• Casa 8: Trauma en la intimidad, sexualidad o pérdidas. Se convierte en un sanador profundo, acompañando a otros en procesos de transformación.
• Casa 9: Crisis de fe, creencias o estudios. El camino es enseñar a otros a encontrar su propia filosofía y confianza en la vida.
• Casa 10: Dolor ligado al éxito, autoridad o figura paterna. El aprendizaje es guiar a otros en construir una vocación con propósito real.
• Casa 11: Herida en amistades, grupos o sentido de pertenencia. Termina siendo un faro para comunidades, creando redes sanadoras.
• Casa 12: Dolor inconsciente, sensación de aislamiento. Gran poder para sanar desde lo espiritual, lo místico y lo compasivo.
